Lecciones tras dos años como emprendedora
Me pongo reflexiva: cinco aprendizajes clave que han marcado mi camino como emprendedora.
Publicado el miércoles, 12 de marzo de 2025 a las 10:26
Hace dos años tomé una decisión que cambiaría por completo mi vida profesional: colgué las tijeras y me lancé al mundo del emprendimiento. Pasé de estar detrás del sillón, tijera en mano, a gestionar mi propio negocio y sumergirme en la parte menos visible de la industria de las peluquerías: la administración, el marketing, la digitalización y la estrategia.
No voy a mentir. No fue fácil.
Si algo he aprendido en estos dos años es que emprender es mucho más que tener una buena idea o ser buena en tu oficio. Es un camino lleno de desafíos, aprendizajes y cambios de mentalidad. Hoy, mirando atrás, quiero compartir cinco lecciones que han marcado mi evolución como emprendedora.
Dejar de hacer para empezar a dirigir
Uno de los primeros golpes de realidad fue entender que ser buena peluquera no significaba que supiera gestionar un negocio. Pasé de perfeccionar cortes y coloraciones a lidiar con números, estrategias y toma de decisiones.
Fue un cambio de mentalidad enorme.
ENORME
Aprender a delegar y confiar en otros para la parte operativa fue clave para poder enfocarme en hacer crecer mi empresa.
La paciencia es una inversión
Al principio, ilusa de mi, esperaba ver resultados rápidos. Pero emprender es una maratón, no un sprint.
Construir una marca, generar confianza y atraer clientes lleva tiempo. Aprender a ser paciente y a valorar el progreso, por pequeño que sea, me ayudó a no desesperarme en los momentos difíciles.
La competencia no es el enemigo
Cuando empecé, veía a otros servicios digitales parecidos al mio como rivales. Con el tiempo entendí que la colaboración aporta mucho más que la competencia.
Intercambiar ideas, compartir experiencias y crear sinergias con otros profesionales del sector (gracias Linkedin) me ha abierto puertas que nunca habría imaginado.
Adaptarse o quedarse atrás
El mundo cambia rápido, y el sector de la belleza no es una excepción. Digitalización, redes sociales, nuevas tendencias… Si algo he reflexionado mucho en estos años es que la capacidad de adaptación es una de las cualidades de un emprendedor más importantes.
Lo que funcionaba ayer puede quedar obsoleto mañana, y la única forma de seguir creciendo es estar en constante aprendizaje.
Emprender es un viaje personal
Más allá de lo profesional, estos dos años me han transformado a nivel personal. He aprendido a tomar decisiones sin miedo, a gestionar la incertidumbre y a confiar en mis capacidades. Emprender no solo me ha hecho crecer como profesional, sino también como persona.
Dos años después, sigo aprendiendo cada día. Sigo equivocándome, ajustando estrategias y reinventándome. Pero si algo tengo claro es que este camino, con todos sus altibajos, ha valido la pena.
Y tú, ¿qué lección has aprendido en tu camino como emprendedor?